La Leucemia Felina es una enfermedad vírica que afecta a los gatos, causando alteraciones en su sistema inmune, anemias, leucemias y linfomas. Aunque se presenta principalmente en gatos sin hogar, puede afectar a cualquier gato, incluso a aquellos sin acceso al exterior. Por suerte, es posible prevenirla mediante la vacunación.

Transmisión del Virus de la Leucemia:

Este virus es vulnerable a condiciones ambientales adversas y a detergentes normales, por lo que su capacidad de supervivencia fuera del animal es baja. Se transmite principalmente por contacto directo con otros gatos, a través de la saliva en mordiscos o durante el aseo. También puede contagiarse mediante heces, orina y secreción nasal, por lo que es importante que las mascotas no compartan comederos, bebederos o la bandeja de la orina.

Los gatos pequeños son los más propensos al contagio. Las gatas infectadas pueden transmitir el virus a sus crías a través de la placenta o la leche, por lo que es fundamental realizar pruebas a las madres si tienen mucho contacto con el exterior.

¿Cómo Saber si tu Gato Está Infectado?

Es recomendable realizar pruebas a los gatos, tanto jóvenes como adultos, especialmente antes de adoptarlos si ya tienes otras mascotas en casa. Si tu gato tiene acceso al exterior y presenta signos de peleas o síntomas compatibles con la enfermedad, es crucial realizarle el test.

Síntomas de la Leucemia Felina:

Los síntomas principales son consecuencia de la supresión del sistema inmune, incluyendo:

• Fiebre
• Falta de apetito
• Letargia
• Infecciones
• Pérdida de peso

Con el tiempo, pueden desarrollarse anemias y neoplasias, presentándose una variedad de signos clínicos como:

• Dificultad respiratoria
• Palidez de mucosas
• Debilidad
• Falta de apetito

Otros signos asociados a la leucemia felina que requieren la realización del test incluyen alteraciones neurológicas, problemas oculares, gingivoestomatitis, dermatosis, aumento del tamaño de los ganglios, enteritis y vasculitis.

Tratamiento de la Leucemia Felina:

Actualmente, no existe un tratamiento curativo para esta enfermedad. Los tratamientos disponibles son paliativos, diseñados para aumentar la calidad y la esperanza de vida de los gatos afectados.

Prevención:

Las mejores formas de prevenir la leucemia felina son realizar el test a los gatos antes de introducir un nuevo miembro a la familia y asegurar la vacunación.

La leucemia felina es una enfermedad seria que puede tener un impacto significativo en la vida de tu gato. La prevención y la detección temprana son clave para mantener a tu mascota saludable. Si tienes dudas o sospechas, no dudes en contactar con tu veterinario para realizar las pruebas necesarias y establecer un plan de vacunación adecuado.